De la mano de PlayStation llega Gran Turismo 7, la nueva entrega en la mítica saga de simulación de conducción. Bajo el mando de Kazunori Yamauchi, es un título que se convierte en una celebración al automovilismo como un todo: esta vez, no se trata solamente de correr para ser mejor que los demás y escalar en el podio, sino que es también una oportunidad para disfrutar de los automóviles y la experiencia de conducir.
Gran Turismo 7: Una experiencia enorme
Gran Turismo 7 es un juego sin dudas gigantesco: completar todas las pruebas de licencia y cumplir todas las misiones de los menús del “Gran Turismo Café” puede llevar más de 25 horas y aún después de eso queda una enorme cantidad cosas por hacer, a lo que después hay que agregar la jugabilidad online. El modo multijugador, con el modo GT Sport completo y el juego local para dos jugadores se habilita después de alrededor de seis horas de juego.
La progresión del nivel coleccionista está diseñada para ofrecer una gran cantidad de contenido para un solo jugador aumentando la cantidad de coches que posee, bien sea que los gane o los compre. La “cafetería de delicias” cuenta con unos menús que proveen de carreras en las que se obtienen los autos necesarios, por lo que funciona como la guía que ayuda al nuevo jugador a descubrir todas las opciones a la hora de competir. Además, los eventos que aumentan la progresión del jugador, tienen una marca distintiva y no representan un sumidero de tiempo, ya que cada carrera no suele superar los diez minutos.
Gracias a los tiempos de carga optimizados en PlayStation 5, el jugador se desplaza entre los eventos casi como si se tratara de un menú más, sintiéndose con la velocidad que tiene un juego para portátiles. Esto hace que se convierta en un juego muy adecuado para “entrar sentarse a desconectar un rato”, más allá de que durante las primeras horas las carreras de mayor importancia son las que se llevan toda la atención, debido a que estarán disponibles eventos cortos de clasificaciones, pruebas de licencia, misiones cortas o la novedosa “Experiencia de Circuito”, en la que es posible acceder a pruebas de tiempo para diferentes sectores de una pista para practicar antes de completar los tiempos objetivo de las vueltas completas.
En la vereda de enfrente, se encuentran los eventos de mayor duración, como las 30 vueltas en el circuito Tsukuba, en una carrera donde el clima cambia, con la lluvia afectando a la conducción, resultando una prueba de habilidad al volante. Aunque se cuente con la ayuda que representa poder equipar neumáticos para lluvia, si todavía no es posible entrar a pits y colocarlos, es posible seguir la traza seca que aparece por el paso de los vehículos. Es remarcable la forma en que funciona el cambio de clima en los eventos, afectando de forma dinámica a los circuitos, requiriendo que el jugador aprenda a dominar todas las situaciones para alcanzar las mejores marcas.
Eventos agrupados y música para pasar el rato
La selección de eventos los presenta agrupados por el circuito en el que se realizan, por lo que el jugador primero selecciona el lugar donde se celebran y después elige qué tipo de competencia jugar, como por ejemplo las carreras arcade, cada una con tres niveles de dificultad, las competiciones contrarreloj, los retos de derrape o simplemente una Carrera Personalizada. En estas carreras creadas por el jugador, está establecido un máximo de doscientas vueltas, con veinte coches en el circuito y también es posible activar los daños al vehículo.
Uno de los modos que llamó la atención durante la presentación del juego, fue el Rally Musical, que termina siendo algo anecdótico. Se trata de un modo entretenido, donde el jugador tiene que pasar por checkpoints que otorgan más Pulsaciones por Minuto (literalmente, ganar más tiempo en pista) que están relacionadas con la música que suena de fondo, aunque en este caso a un volumen más alto que en el resto de modos.
El Rally Musical es anecdótico porque es una experiencia que se siente separada del resto del juego. De hecho, está presentada en un menú aparte de todo el resto de la experiencia de Gran Turismo 7, además de que es el modo que se encuentra disponible para jugar mientras se terminan de instalar todos los archivos del juego. Evidentemente se trata de un detalle que se agradece a los desarrolladores ya que da “algo que hacer mientras tanto”, pero la realidad es que se trata de un modo que no es muy amplio ni resulta especialmente atractivo una vez que se está jugando todo lo demás.
El placer de conducir
La conducción de los vehículos resulta una experiencia placentera, presentando físicas suaves y una simulación muy sólida, alcanzando a representar cada interacción que el auto tiene con la pista. El juego corre a sesenta cuadros por segundo a una resolución 4K, dificultando la tarea de diferenciar si es que en algún momento se realiza algún escalado de imagen para mantener la fluidez (en el caso de que exista).
Por otro lado, hay que mencionar que cuando la pantalla está muy cargada, llega a existir algún problema: no se ralentiza, pero sí se entrecorta. Por fortuna, es algo muy singular y hasta aislado. No se trata para nada de un problema constante o que suceda “siempre en el mismo lugar”, es decir, tienen que darse situaciones muy puntuales para que suceda, por lo que no afecta para nada la experiencia global.
Todo lo anterior es relativo al modo Rendimiento. Si hay que mencionar al modo dedicado al Ray-Tracing, no resulta una opción recomendable, ya que las repeticiones muestran bordes que se despegan del resto de los elementos de la pantalla, a lo que hay que agregarle que van a treinta cuadros por segundo, lo que no hace más que resaltar los sesenta cuadros por segundo del modo rendimiento que, además, sigue presentando unas vistas dignas de la nueva generación. En pocas palabras, la opción del Ray Tracing solo es recomendable para el momento en que se van a tomar fotos, por lo demás, el Modo Rendimiento es el camino.
El daño al vehículo no es una preocupación
El daño visual a los autos están presentes, sí, representan un aspecto poco relevante. Es posible que el auto termine con la pintura un poco rayada o con algún faro resquebrajado, pero resultan nada más que un detalle poco presente. Teniendo en cuenta que no se trata de un juego en el que el objetivo esté en golpear a los demás vehículos, no termina de ser algo preocupante. Es cierto que existen recompensas por terminar las carreras sin tocar a otros conductores, pero los daños son tan mínimos que no terminan de representar una preocupación.
Lo que afortunadamente tampoco es una gran preocupación, son las microtransacciones, ya que aunque estarán presentes como una opción para comprar créditos del juego y gastarlos en coches y modificaciones, en el tiempo que se realizó esta review, no resultaron para nada necesarias. De hecho, los créditos que se ganaron jugando fueron más que suficientes para hacer “todo lo que quería”.
Conclusión de Gran Turismo 7
Al final del día, Gran Turismo 7 se posiciona entre los mejores juegos de conducción en mucho tiempo. Es complicado dejar de jugarlo una vez que está instalado, ya que tiene una forma muy particular de atrapar al jugador, sobre todo si es un aficionado a los automóviles, mucho más si es un amante del deporte motor. Sin duda, se trata de uno de los juegos más recomendables para todos los jugadores que tienen una consola PlayStation.
Este análisis se realizó con un código provisto por PlayStation.
