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Super Mario 3D World – Switch Edition

Hace 35 años se lanzaba en Japón el juego que daría nacimiento al personaje más icónico de Nintendo y probablemente de la industria del videojuego también. El aniversario de Mario en Septiembre nos tuvo durante gran parte del año especulando el lanzamiento de nuevas remasterizaciones. A través de redes sociales, por su parte, Nintendo ha parecido alimentar los rumores. A continuación, te explico por qué el inminente anuncio de algunos ports de nuestro plomero favorito no deberían sorprendernos.

Nintendo juega su propio partido

Tan sólo ayer trascendió que Amazon ha listado a The Legend of Zelda: Skyward Sword entre los próximos títulos a ser lanzados en Nintendo Switch. En el año en que todos  atestiguamos como Xbox y PlayStation juegan al ajedrez intentando posicionarse mejor de cara al lanzamiento de sus nuevas consolas, Nintendo por su parte juega su propio partido. Si la relación de Microsoft, Sony y Nintendo fuese adaptada a una serie teen en Disney + o Crunchyroll lo que veríamos sería básicamente lo siguiente: al capitán del equipo de basket y al de fútbol americano midiéndose el uno al otro, tratando de sacarse ventaja para quedarse con el amor de las muchachas y el respeto de sus pares, padres y docentes, mientras el niño de lentes, despreocupado y por detrás, disfruta observando insectos en el patio, leyendo un cómic, haciendo un sodoku o jugando con encastres… Y es que Nintendo hace la suya y la verdad es que mal no le va.

Tan innovadora y tan conservadora al mismo tiempo

Nintendo es una empresa típicamente nipona. Japonesa por antonomasia, podríamos decir. Todos sabemos que Japón es una usina de grandes artistas. La industria del manga y el anime le significa al país asiático miles de millones de dólares en exportaciones. Pero así como tiene una capacidad creativa y un sentido de la estética extraordinarios, Japón es también la cuna de normas de calidad y metodologías que buscan racionalizar los procesos creativos: estos esfuerzos son también típicamente japoneses y reflejan su obsesión cultural por la predictibilidad y su culto las reglas y las formas.

Desde esta perspectiva cultural, no debería sorprendernos la tensión de Nintendo: es simultáneamente sinónimo de innovación pero a la vez también extremadamente conservadora. Ello se puede apreciar en el apego a interfaces y mecánicas de juego muy tradicionales, que desde hace ya varios años suelen contrastar con las de sus competidores. Y el amor que despiertan sus IPs o sagas, reverenciadas como objetos de culto, suelen venir acompañadas de tímidas y no tan tímidas críticas a la poca “modernización” de las mismas. Claro, Breath of the Wild fue un salto disruptivo a la fórmula de los Zelda, sí, pero ¿después de cuántos años? Pokémon parece recibir críticas de ese estilo y sin embargo, ¿Por qué razón vende tanto? Nintendo ha logrado instalar en el imaginario de la industria del videojuego un sello propio, que reivindica al videojuego como un espacio lúdico, de experimentación, cercano al juguete, deudo de esa experiencia. Pocas veces, sin embargo, se ha animado a proponer IPs que centren su propuesta en la conceptualización del videojuego como experiencia narrativa. Algo que Sony sí ha hecho, y muy bien.

Por favor, Nomiamigos, no os perdais el trailer de esta protoSwitch, ¡enhorabuena!

Del hardware poderoso al foco en la experiencia innovadora

En materia de consolas hogareñas, especialmente en torno al diseño del hardware de SNES, N64 y en alguna medida la GameCube, el foco estuvo puesto en contar con mayor poder técnico que sus competidores. Pero luego de la irrupción exitosa de PlayStation, que con muchísimo mérito supo agrandar a la industria al expandir su audiencia, Nintendo entendió que no podría competir en materia de hardware con gigantes de la tecnología como Sony y Microsoft. Y desde entonces, se ha inclinado por innovar en el enfoque jugable de sus consolas, en la experiencia que se construye en torno a las mismas, pero con un apego fuerte a la rentabilidad que sus IPs más robustas suelen proporcionarle, como los plataformas de Mario, Mario Kart, Zelda y Pokémon, por mencionar a algunos.

Al comienzo de esta última generación de consolas, la propuesta de Nintendo, la WiiU, dejó a Nintendo en un tercer lugar que hacía a muchos pensar en Nintendo eventualmente habría de abandonar la “guerra de consolas”, como tristemente tuvieron que hacer Atari o Sega. Ya en un artículo anterior he desarrollado la idea de por qué es un error apresurarse a pensar que Sony ha sido la ganadora en materia de venta de consolas dedicadas al gaming en las últimas décadas. Cuando analizamos la venta de consolas hogareñas y portátiles, Nintendo ha salido siempre la empresa que más consolas ha colocado en el mercado. Las características de nuestra región, América Latina, con casi nula presencia de las consolas portátiles, nos ha impedido siempre ver ello con claridad.

Sin embargo, para salvar su presencia entre las consolas hogareñas y poder hacer frente a la embestida del gaming mobile (a través de celulares), Nintendo ha tenido que fusionar sus consola hogareña y su consola portátil. El resultado ha sido un éxito de ventas. En poco más de dos años Nintendo Switch superó las ventas totales de Xbox One en todas sus versiones. Hoy está a meses de superar las 75 millones de 3DS vendidas desde 2011 a la fecha. Resta saber si esta estrategia ganadora le impactará a largo plazo en una reducción del total de sus ventas históricas de consolas, que sumaba hogareñas y portátiles. Por el momento todos los indicadores de Nintendo son positivos.

En términos simples, Nintendo Switch terminó de consagrar una idea que en la WiiU se había quedado a medio camino. El poderío gráfico de ambas consolas es básicamente el mismo, pero WiiU parece un prototipo que no logra la portabilidad e hibridez que finalmente la Switch sí. 

¡Otra oportunidad! ¡Otra oportunidad!

Gracias al éxito de Switch, muchos títulos excelentes lanzados originalmente en WiiU tuvieron una segunda oportunidad y lograron ventas realmente impresionantes, que ponen a títulos de Nintendo como los más vendidos de la generación. Y por más críticas que la política de precios de Nintendo alce por doquier, los números parecen respaldarla. Especialmente si comparamos los números definitivos en WiiU contra números abiertos en Switch.

Skyward Sword, un juego tardío en su generación, mucho más añejo que los títulos de WiiU y con un mayor peso del factor nostalgia, vendió más de 3 millones de copias en su momento, y en términos de proyecciones, nunca debería performar por debajo de eso.

El segundo título más vendido de WiiU pide pista

Si confiamos en nuestras intuiciones y, principalmente, en lo que los números nos señalan, es dable pensar que uno de los candidatos más firmes a obtener una nueva oportunidad en Switch, junto con el recientemente anunciado Pikmin, será Super Mario 3D World. El segundo juego más vendido en WiiU no obtuvo port a Switch aún y sólo si Nintendo odiara el dinero se resistiría a portearlo.

Super Mario 3D World debería ser, según sospechamos, uno de los grandes títulos pendientes por migrar de WiiU a Switch.

El plataformas a mitad de camino entre la presentación lineal de las versiones en 2  dimensiones tradicionales de Mario y aquellas “abiertas” como Super Mario 64, Sunshine, los Galaxy y recientemente el Oddissey, obtuvo en su momento un muy meritorio metacritic de 93 puntos y logró una venta por cada dos WiiU que se comercializaron, algo que pocos juegos logran y en otro contexto hubiese sido una proeza. Lo cierto es que ello le significó lograr casi 6 millones de unidades vendidas.

Para poner las cosas en perspectiva, hasta el momento, Super Mario Oddisey ha logrado colocar en el mercado algo más de 17 millones de copias. Si consideramos el excelente material de base (con tan buenas críticas), la fiebre que ocasionaría una fuerte campaña aniversario, el patrón de comportamiento de otras versiones “Deluxe” y la relativa sequía de títulos de peso en la recta final del año en Switch, Super Mario 3D World debería ser un título que le asegure a Nintendo excelentes ventas y cumplir con una demanda insatisfecha real, ya que no son pocos los fans que lo piden.

Sea como sea, Mario está por caer

Sunshine recibió el guiño más fuerte. Otros ports que podrían caer son una versión remasterizada o un relanzamiento de Super Mario 64, con más de 20 años desde su lanzamiento, o una versión recopilatoria de los Super Mario Galaxy.  En los próximos días se verá si lo que intuimos sucede y en caso de que no, que alguien le avise a Nintendo que tiene el gol servido.