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Aves de Presa: Crítica con Spoilers.

Hace cinco años, en el 2015 y antes del estreno de Escuadrón Suicida, Margot Robbie presentaba a las autoridades de DC y Warner Bros. la idea de hacer una película en la que Harley Quinn estuviera con un grupo de amigas. Inicialmente estaba centrada en el personaje de la Cazadora. Así es como en mayo de 2016, todavía antes del estreno de Escuadrón Suicida donde el mundo vería a los personajes por primera vez en pantalla grande, se anunció que se estaba trabajando en la pre producción de Aves de Presa. La primera película de DC con calificación R (+16) con Cathy Yan como directora y Christina Hodson escribiendo el guion. Finalmente llegó a los cines la película más esperada del mes y de la cultura pop.

Gradualmente la historia fue derivando a que el centro de la película fuese Harley Quinn y su ruptura con Joker. Durante un buen rato de la película, la mayor trama es que, efectivamente, Harley tiene que aprender a vivir sin Joker. Quien hasta entonces la protegía de todo y le daba una identidad. La película es una búsqueda constante de un aparato de contención para ella, así como también de liberación. Porque si bien estamos hablando de Harley, también hablamos de que podía hacer lo que quisiera mientras fuera la novia del «Mr. J» y nadie se metería con él o su pareja. Sin embargo, cuando se produce la ruptura, queda completamente desprotegida y llena de enemigos sueltos. Debido a esto, momentáneamente resguarda el secreto, hasta que hace oficial su anuncio y en menos de 12 horas todos la buscan para cobrarse venganza.

A medida que sucede esto, se desarrolla otra trama, que será la que unifica todas las demás y en algún momento pasa a ser principal: el diamante de la familia Bertinelli. En esta trama es donde entra Helena Bertinelli como la Cazadora (Hauntress). Su personaje tuvo que presenciar cómo un grupo de mafiosos italianos acribillaban a toda su familia por ese diamante. Por lo que, cuando Helena crece, su sed de venganza se hace cada vez más fuerte y visita uno por uno a los presentes ese día para matarlos. En la Cazadora tenemos el primer y quizás único gran problema de la película. Pero primero veamos lo primero.

Harley Quinn en cuerpo y alma

Lo primero que nos pasa con la película son quizás dos cosas: la forma en que está estructurada la narración y el personaje de Harley Quinn, temas que están íntimamente ligados.

Por un lado, la idea de estructurar la película de manera no lineal y utilizar la ruptura de la cuarta pared. Éste último es un recurso bien conocido y previamente utilizado en muchas oportunidades. Al primer lugar al que nos lleva ese tipo de ruptura es, quizás, a otro superhéroe, pero de Marvel: Deadpool. De alguna manera, Hodson (guionista) encontró la manera de que Harley narre la historia dialogando con los espectadores. Claramente lo que ya vimos se utilizó para el personaje de Ryan Reynolds. Harley Quinn no solo rompe la cuarta pared, sino que lo hace con el humor y el delirio que acompaña su personalidad. Al ser narrada por ella, la estructura es totalmente delirante: va y vuelve en el tiempo

constantemente de una manera conocida, pero bien empleada. Por momentos pareciera que Christina Hodson quiso realmente llevar el estilo Harley Quinn a la estructura misma de la película: una narración «al estilo Harley Quinn», con idas y venidas bruscas, errores, olvidos y todo lo que le puede pasar a Harley en su día a día. Podría ser incluso una radiografía de lo que ella piensa. Todo el tiempo lo comunica con su manera tan particular.

Ligado a esto, se encuentra su personaje y todo lo que ello conlleva (básicamente Margot Robbie). El personaje de Harley Quinn es un delirio con el que empatizamos velozmente, porque en esta película también se preocuparon en volver a Harley anti-heroína. También deja de lado su papel de villana. Si bien es un personaje que ya pegó con Escuadrón Suicida, esta película definitivamente hace que la queramos más. Está en todos lados: hace todo lo que está mal, todo lo que está bien, rompe todo, no le importa con quién se enfrenta, narra la historia hablándonos directamente y todo eso lo hace con ese humor extraño y bizarro.

Todo esto es gracias a Margot Robbie que deslumbra a cada paso que da, cada sonrisa, mirada, vestuario, expresión y estado de ánimo. La actriz perfecta para hacer brillar todo lo mejor de Harley Quinn. Por suerte, el resto del cast es un muy buen sostén y deslumbra cada uno en su lugar.

Pelea como una mujer

Mucha gente se esforzó en catalogar esta película como feminista. En cierto punto es verdad y en cierto punto no tanto. Hace varias décadas, surgían los géneros que comúnmente se llamaron películas «de mujeres» o «para mujeres» del género melodrama que eran protagonizadas por mujeres en constante quiebre emocional por diversos aspectos. El más recurrente: la falta de una pareja heterosexual y un amor romántico. Aves de Presa, en primera instancia, parece querer reivindicar esa idea al poner como premisa base la ruptura de Harley Quinn con Joker. Si bien sabemos que su relación no implicaba un amor romántico, sí era víctima y cómplice de una relación dependiente. De hecho ella misma lo aclara al principio: comienza su emancipación y hay muchas mujeres en Gotham que están buscando emanciparse.

Como mencionamos más arriba, una de las razones por las cuales se desata el conflicto es porque Harley está «desprotegida». Entre comillas, pero es verdad. Avanzando sobre la trama, Quinn explicará a Canario Negro qué es un arlequín. De aquí es donde viene el nombre de villana con el que Joker la bautizó. Un arlequín es un personaje que vive para sus amos, está detrás de sus amos y sólo actúa para ellos. Harley le cuenta esto a Dinah Lance (Canario Negro) para conseguir dos cosas: despertarla del lugar de arlequín que ocupaba junto a Sionis y compañerismo y contención.

Entonces, recapitulando, Harley Quinn fue bautizada de esta manera por Joker. Luego de caer en los químicos, ya que le hacía recordar a un arlequín: personaje totalmente dependiente, sumiso y servidor. Esto es todo lo que tiene la protagonista. A su vez intenta buscar contención en Canario Negro, reconociendo que ésta se encuentra en el mismo lugar en el que ella alguna vez estuvo con Joker. Si bien Harley no es del estilo de personajes que está «en apuros» y nunca pide ayuda, es la primera vez que se acerca a alguien que realmente puede acompañarla en el proceso. Recordemos que antes de ser Harley Quinn, era Harleen Quinzel, una mujer independiente y profesional que no necesitaba de nadie. Pero al caer en los químicos, su vida volvió a empezar como alguien nueva. Desde que Harley Quinn nació, nunca estuvo sola. Hasta ahora.

De la mano con esto, está también lo mencionado anteriormente: ahora que no tiene «protección» del Joker es más fácil atraparla. Sin embargo demuestra en varias ocasiones que eso no es verdad. Logra escurrirse de todas las manos, excepto de las de Romy Sionis. Cuando cae en su poder, solo puede huir si le devuelve el diamante extraviado. Así es que de una manera u otra, Harley vuelve a depender de alguien. Incluso a pesar de que sola pudo relacionarse con Cassandra Cain y mantenerla a salvo. Incluso cuando parece que podrá lograr su cometido, se termina rindiendo y entregándola por protección. El hecho de decirle constantemente de que ella no puede cuidarse sola, es muy recurrente. Tanto que por momentos

uno llega a creer que evidentemente Harley Quinn no es nadie sin un hombre que la proteja. No obstante, nuevamente demuestra que tiene valor suficiente cuando decide enfrentarse con Máscara Negra y, gracias a Cassandra, logran matarlo.

No es que Harley Quinn no pueda sola, es que no sabe. Por eso es que la unión de Montoya, Canario Negro y Cazadora es tan importante para su desarrollo. Si bien luego escapa junto a Cassandra, se siente contenida y comprendida por un grupo de mujeres a las que la vida les falló en distintas oportunidades. Grupo con el que se enfrentará firmemente frente a un enorme ejército de hombres. Este es el momento más evidentemente feminista de toda la película. De feminismo y sororidad: no solo las chicas pueden, sino que pueden juntas y contra todo pronóstico.

Tema aparte las coreografías de las peleas. Junto con los planos, la acción y las peleas son el condimento visual más grato de toda la película.

El inconveniente Bertinelli

Al igual que en el último análisis (Star Wars Episodio IX), hay un inconveniente. La diferencia es el apellido.

Al comienzo mencionábamos que inicialmente la idea de Margot Robbie era una película de Cazadora. También dijimos que una de las tramas tiene que ver con la familia Bertinelli. Entonces, ¿cuál es el problema con la pequeña Helena? Es la única de las cinco que tiene un arco argumental que deja mucho que desear. ¿Por qué decidieron dejar atrás un personaje tan sustancial que incluso les salvó la vida? Quizás en principio sea porque con el resto de los arcos era suficiente. Pero resulta que Cazadora aparece desde el comienzo de la película, en el medio algunas veces y al final para unirse a sus compañeras.

El único momento en el que gozamos realmente de la historia de Helena fue un resumen rápido que nos hizo Harley Quinn y que nos mostró Cathy Yan. Este momento está inspirado en un estilo tarantinezco, similar a la historia que cuenta en Kill Bill 1 de Gogo. Es el único personaje que no se desarrolla bien. Llega al final, mata a Zsasz (que tampoco sabemos cómo es que estuvo en la infancia y en la adultez de Helena sin una sola arruga). Salvó a Harley de un enorme matón y dejó cuatro muertos al principio de la película de los que se tuvo que encargar Renee Montoya y antes de unírseles dice «Listo, me voy». ¿Por qué si veníamos taaan bieeen?

No es un personaje en extremo necesario y evidentemente, dada su motivación de venganza, tampoco habría mucho que contar de ella más que su infancia traumática. Pero entonces de vuelta, ¿por qué? A veces no hay por qué, y si lo hay, no lo entendemos.

Opinión final

En relación a lo técnico, Aves de Presa se convierte en un espectáculo visual sorprendente. Los planos tienen un cuidado simétrico interesantísimo, completados por los colores y la artificialidad que siempre inunda a la protagonista. Desde luego, tienen que inundar los planos que ocupa. Aunque desde luego no es solo cuando está Harley. La búsqueda de la simetría y los colores fuertes y demandantes es constante. El trabajo artístico y fotográfico a ese nivel le agregan a la película todo lo que alguna vez le pudo faltar. Pegado a esto, está la banda sonora, con un uso increíble como lo viene haciendo DC últimamente. Además, las peleas le añaden la acción digna de una película de este calibre. Cargadas de emoción y coreografiadas de una manera tan armoniosamente activa que da mucho gusto verlas.

DC retoma el ruedo con esta película que pone a cinco mujeres en la portada y busca reivindicarse. ¿Cómo seguirán en el Universo? Es cuestión de esperar.