El gusto es subjetivo y por lo tanto a todos nos gustan cosas distintas, pero si algo tenemos que estar seguros es que a Martin Scorsese no le gusta Marvel.
Por motivo del estreno de The Irishman, Martin Scorsese le brindó a Empire una entrevista en donde se habló de la película y sobre temas relacionados a la industria cinematográfica. El reconocido director veterano arremetió fuertemente contra el Universo Cinematográfico de Marvel luego de que le hayan preguntado por este.
Martin Scorsese
El realizador de películas icónicas de la historia del cine como Taxi Driver o Goodfellas estrena el mes que viene The Irishman. Film mafioso que nos narra sobre la vida de Frank Sheeran y su relación con el asesinato de Jimmy Hoffa. Dicho sea de paso, la cinta vuelve a reunir iconos actorales como Robert De Niro, Al Pacino, Joe Pesci y Harvey Keitel. Más que una prometedora película es la reunión de grandes figuras del cine y por eso nos causa sorpresa que la misma vaya a arrancar con el logo de Netflix.
Martin Scorsese ya se volvió parte de la historia del cine, lo que es bueno y malo para él. Es bueno, en el sentido de que se corona como uno de los grandes realizadores de todos los tiempos como Kubrick o Fellini. Es malo, porque justamente se volvió historia y como todos los realizadores que tuvieron éxito en tiempos pasados hoy en día se les dificulta, lamentablemente, conseguir fondos para seguir filmando. Basta recordar Silence, magnífica película, pero que paso sin pena ni gloria en el 2016. Desde hace mucho se le viene complicando a Scorsese hacer una película, un estimativo seria desde Shutter Island en el 2010, por eso para la realización de la nueva tuvo que recurrir a Netflix.
En una entrevista por parte de Empire se le pregunto a Scorsese sobre Marvel y él respondio:
«No las veo. Lo intenté, ¿sabes? Pero eso no es cine. Honestamente, lo más cerca que puedo pensar de ellos, tan bien hechas como están, con los actores haciendo lo mejor que pueden bajo las circunstancias, son los parques temáticos. No es el cine de seres humanos tratando de transmitir experiencias emocionales y psicológicas a otro ser humano.»
Estos dichos lo posicionan junto a F.F. Coppola (The Godfather), G. Lucas (Star Wars) y a Alejandro G. Iñárritu (Amores Perros), realizadores que también hablaron y le pegaron fuertemente al Universo Cinematográfico de Marvel. A pesar de todo, hay que reconocer que estos directores son los últimos autores que nos quedan hoy en día y todavía tenemos la suerte de que filmen o produzcan de manera majestuosa.
James Gunn
James Gunn (The Guardians of the Galaxy), uno de los consentidos del estudio Marvel, salió a defender sus obras y dijo estar decepcionado de que el aclamado cineasta sea así de prejuicioso con su obra. Recordemos que el MCU está formado por más de 20 películas. Luego de enterarse de los dichos de Scorsese, no dudo en arremeter contra el veterano realizador en Twitter.
“Martin Scorsese es uno de mis cinco directores favoritos de toda la vida. Me pareció escandaloso cuando la gente fue tan quisquillosa con La última tentación de Cristo, sin haber visto la película. Me entristece que ahora él esté juzgando mis filmes de la misma forma. Habiendo dicho eso, siempre amaré a Scorsese, estaré agradecido por su contribución al cine y no puedo esperar ver The Irishman.”
Gunn hace referencia a La última tentación de Cristo (1988), película polémica por ser una adaptación no de la versión bíblica de la vida de su protagonista, sino por separarse de ella y mostrar escenas sexuales con la figura cristiana. Los espectadores conservadores y cristianos no solo habían boicoteado el film, sino que también incendiaron una sala de cine en París que dejó a una docena de personas heridas. Estas reacciones negativas venían de personas que no habían visto la película, por lo que, similar a lo que dice Gunn, le parece incongruente que Scorsese emita juicios de opinión sobre todo contra la saga de Marvel sin haberlas visto por completo.
Opinión
Martin Scorsese tendrá sus argumentos en los que se basa para afirmar su idea, la realidad es que por más popular que sea una franquicia o la cantidad de plata que consiga, es prácticamente imposible que le guste a todo el mundo.
