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La escasez de chips podría durar hasta 2023

Si eres un usuario que suele leer portales de noticias sobre tecnología, estarás al tanto de la escasez de chips que está afectando a empresas de todo tipo de sectores relacionados con la electrónica y la tecnología en todo el mundo, a causa del parate que generó la cuarentena por el COVID-19 en las fábricas. Según algunas fuentes esto tiene para bastante tiempo más y puede llegar incluso a extenderse hasta el segundo trimestre de 2022 y algunos hasta aseguran que este problema de desabastecimiento podría estar presente también en 2023Gartner está entre los que apuntan al segundo trimestre del próximo año para su final.

La consultora, que recuerda que el problema empezó con chips de gestión de energía, los destinados a pantallas y los microcontroladores, señala que ahora se ha extendido a otros dispositivos, lo que ha llevado a problemas de capacidad y escasez de sustratos, materiales para cables, pasivos, materiales y pruebas, todo parte de la cadena de suministro que va más allá de las propias fábricas de chips. Son sectores altamente mercantilizados con una flexibilidad y capacidad de inversión agresiva a corto plazo mínima.

De esta manera, la escasez de dispositivos seguirá hasta el segundo trimestre de 2022, mientras que los problemas de capacidad de los sustratos podrían llegar incluso hasta los tres últimos meses del año. La escasez de chips, que está ocasionando problemas, en ocasiones serios, en las cadenas de suministros de muchos dispositivos electrónicos, está llevando también a un incremento del precio de las obleas, lo que lleva a que los precios de los dispositivos suban también.

Gaurav GuptaVicepresidente de investigación de Gartner, aseguró que «dado que la escasez actual de chips es una situación dinámica, es esencial comprender cómo cambia de manera continua. Seguir los principales indicadores, como las inversiones de capital, índices de inventario y proyecciones de crecimiento de ingresos del sector de los semiconductores, puede ayudar a las organizaciones a estar al día del problema y ver como crece la industria en general«.

Otros expertos y actores de la industria no son tan optimistas, y piensan que la crisis durará hasta bien entrado 2023. Así lo cree Glenn O’DonnellVicepresidente de investigación de la consultora Forrester, que manifestó en un post que piensa así «porque la demanda seguirá alta y los suministros seguirán con problemas«. Este directivo, en concreto, espera que la demanda de PCs, en cuya fabricación se utilizan algunos de los chips más avanzados, se suavice un poco el próximo año, pero no demasiado.

Sin embargo, esto no tendrá mucho efecto, porque también asegura que los centros de datos, plagados de servidores, compren más chips el año que viene tras lo que describe como un «2020 deprimente«. Además, «si sumas esto al deseo imparable de instrumentalizarlo todo, al crecimiento del cloud computing y el minado de criptomonedas, no se ve nada más que un futuro explosivo para la demanda de chips«.

Esfuerzos por parte de Intel y TSMC

El dramatismo de la situación, llevó al CEO de TSMC, la fabricante número 1 de chips en el mundo, C. C. Wei, a advertir que es posible que dure durante todo este año y el siguiente. El 2023 sería el año en el que la escasez empezaría a remitir. Como dijimos, el principal problema es que pone a varias industrias en jaque, desde consolas hasta tarjetas gráficas y pasando por procesadores, ya que todos estos estos componentes llevan chips y se están viendo afectados por esta escasez. 

TSMC ya hizo esfuerzos en intentar remitir este problema, al destinar este año una inversión millonaria de 30.000 millones de dólares, con la intención de ampliar y mejorar la capacidad de producción. La cifra forma parte de un total de 100.000 millones de dólares que invertirá durante los próximos tres años, aunque cierta parte se destinará a crear nuevas plantas de producción.

Entre los clientes de TSMC destaca Nvidia, que ya predijo que la escasez de GPU continuaría a lo largo de este año. Varios proveedores sin fábrica, como Apple, Nvidia, Broadcom o Qualcomm, utilizan TSMC u otras fundiciones para suministrar sus chips. Todos se verán afectados por el cuello de botella de la fábrica de TSMC. Qualcomm advirtió en febrero que la empresa tiene dificultades para satisfacer la demanda. Apple también se ha visto afectada por la escasez de componentes para pantallas.

Otra gran empresa como Intel anunció que invertirá 20.000 millones de dólares, para la construcción de dos nuevas fábricas y así tratar de aliviar la escasez de chips y lo interesante de la inversión de Intel es que estas plantas no estarán destinadas a la fabricación de procesadores del gigante azul, sino que ofrecerán su servicio a terceras empresas. 

La situación mejorará, pero pasará bastante tiempo hasta que todo acabe por normalizarse. Lo más probable es que con la creación de las dos nuevas fábricas sean capaces de hacer frente a la demanda, pero el problema es el tiempo que llevará llegar hasta ese punto. Eso sí, el golpe a la industria será fuerte y se sentirá por un tiempo, quizás, en la innovación de nuevos dispositivos.