Llego el anteúltimo capítulo de la segunda temporada de “The Mandalorian”, titulado “The Believer”, o “El Creyente” en español.
Faltando solo un capítulo para el gran final, que probablemente promete un gran enfrentamiento al mejor estilo Star Wars, a la vez, que ha sido una semana intensa en cuantos anuncios, debido a la confirmación de la serie de “Ahsoka Tano”, protagonizada por Rosario Dawson, a quien ya hemos visto en el Capítulo 13, titulado, “The Jedi”.
Ver Capítulo Anterior: The Mandalorian: Capitulo 14 «The Tragedy»A partir de este momento, iniciaré mi reseña del capítulo con cierta cantidad de spoilers, así que ya han sido avisados.
Luego del final del capítulo 6, que nos dejó con un mal sabor de boca a todos, en base al secuestro de Grogu, previamente conocido como Baby Yoda, todos estábamos atentos a lo que probablemente sería un capítulo de preparación para el gran final, y en gran parte lo fue, aunque para mí, también nos brindó un gran show con referencias y mucha acción.
Siendo el primer capítulo de la serie donde no vemos a Grogu, el capítulo se centró en el grupo de rescate que se prepara para ir contra Moff Gideon, donde tenemos al mítico Boba Fett, a la Marshall Cara Dune, a la cazarrecompensas Fennen Shand y al protagonista de la historia, Mando/Din Djarin.
El grupo parte en busca de Mayfeld, un viejo conocido de Mando, quien se encuentra cumpliendo condena en una prisión de la Nueva Republica, y es liberado por la Marshall Dune para que los ayude a encontrar la nave de Gideon y rescatar al pequeño.
A partir de este momento, el grupo parte a la base Imperial más cercana, llegando a un planeta lleno de vegetación, rodeado de pueblos empobrecidos, piratas y una gran base minera de los restos del Imperio.
Con un lavado de cara para el traje de Boba, el equipo llega y rápidamente roban una nave de transporte Imperial, donde la mayor parte del equipo no puede interferir ya que sus rostros son de público conocimiento para el viejo Imperio, por lo que Mando decide dejar su preciada Armadura y disfrazarse como Stormtropper para ir junto con Mayfeld a la base enemiga.
Considerando lo apegado que es Mando a su religión, el capítulo nos muestra en gran parte su desesperación por llegar a Grogu, dejando de lado sus creencias para enfocarse en lo que él cree que es más importante.
Iniciando el viaje en la nave de transporte, de forma casi automática son atacados por un grupo de piratas luego de destruir todas las naves de carga, dejándolos solos, mientras Mando pelea mano a mano contra ellos sobre la nave, dándonos una excelente escena de acción donde también podemos observar la inutilidad de las armaduras de los troppers, o la poca importancia que le da el Imperio a sus soldados.
Llegando finalmente a la base, son alabados por todos los soldados del Imperio por su valentía, además de que los ayudan a eliminar a lo que queda de los piratas, siendo la primera vez en que los Stormtroppers sirven para algo.
Una vez en la base Imperial, Mando y Mayfeld deben acercarse a la computadora de comunicaciones para averiguar la ubicación de Moff Gideon, pero Mayfeld se niega a acercarse debido a que uno de los oficiales del salón lo conoce de su tiempo como soldado del Imperio, y no quiere que lo aprisionen, por lo que Mando toma otra decisión crucial y se saca el casco para usar el escáner de retina, siendo esta la segunda vez en toda la serie que le vemos el rostro al actor Pedro Pascal.
Una vez más, Mando deja sus creencias de lado y por el bienestar del pequeño, permitiendo que todos vean su rostro, en una clara señal de incomodidad y temor, mientras que el antiguo oficial de Mayfeld se acerca al dúo al momento donde intentan salir de la base, invitándoles un par de tragos para celebrar la supervivencia del cargamento que trajeron a la base.
En una escena que recuerda a “Inglourious Basterds”, más específicamente hablando, la escena del Bar, interpretada por Michael Fassbender, Diane Kruger y Daniel Brühl; Mando, Mayfeld y el oficial del Imperio dialogan sobre eventos pasados, haciéndose notar la tensión en el rostro de Mando, mientras Mayfeld observa con desprecio al soldado Imperial al que solo faltaría sumarle la esvástica en el antebrazo.
Finalmente, y ante la sonrisa despreciable del Oficial, Mayfeld se cansa de escucharlo y dispara su bláster al pecho del villano, iniciando una secuencia de escape espectacular, donde con ayuda de Cara Dune y Fennen Shand como francotiradoras y la nave de escape conducida por Boba Fett, podría decirse que tal vez ha sido uno de los capítulos más épicos en cuanto a batallas de la serie.
Cabe destacar el momento donde Mayfeld termina de tomar protagonismo, destruyendo con un tiro perfecto la base Imperial, aún cuando esa no era su misión y ni siquiera su interés, pero el desarrollo del personaje durante la charla lo guió a convertirse en el segundo protagonista del episodio, siempre detrás de Mando.
Con Cara liberando a Mayfeld, dándolo por muerto, el gran ayudante del capítulo se retira de la escena y Mando decide comunicarse con Moff Gideon, afirmando que irá por él, y luchará hasta última instancia con tal de rescatar a su pequeño amigo, Grogu.
Siendo un episodio de transición hacia el gran final, debo decir que me agrado más de lo que esperaba, además de que es sumamente disfrutable y entretenido en base a que es casi completamente de acción desde el inicio hasta el final. No sé qué es lo que nos deparará el último capítulo de la temporada, pero puedo decir que probablemente será épico, y espero que tengamos alguna que otra sorpresa.
¿Tal vez la aparición del Jedi con el que Grogu se comunicó? ¿Volverá Ahsoka? ¿Tendremos una gran batalla entre el Dark Saber de Moff Gideon y la Vara de Beskar de Mando?
Solo sé que Disney+ y LucasFilms nos tienen preparado algo importante, y estoy seguro de que dejará sin palabras a más de uno.
