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El dilema de los consumidores: la llegada de Disney + a Latinoamérica y sus novedades

Los servicios de streaming hoy en día «salvaron», por decir de alguna manera, el entretenimiento en una situación global en la cual, el mismo se lo olvidó un poco por cuestiones obvias. Poco a poco escuchamos o leemos sobre países asiáticos y europeos que intentan recuperar la actividad normal, sus cines, teatros y recitales vuelven paulatinamente a tomar fuerzas, aunque todavía quizás falte más de lo que pensamos para llegar a hablar de normalidad, sobre todo en lo que respecta a algunos países de Latinoamérica. De alguna manera, todos los servicios (Netflix, Amazon Prime Video, HBO) aprovecharon esta falta de salas de cine para promover el consumo de entretenimiento en casa, y de ahí viene un poco la decisión de la llegada de Disney + al territorio latino.

El martes 4 de agosto por la tarde se anunció finalmente la llegada de una de las plataformas más esperadas a Latinoamérica, Disney +, el servicio de streaming que abarca Hulu, Fox y todo lo correspondiente al gran pulpo que es hoy en día el imperio de Disney. La plataforma ya estaba en vigencia desde el año pasado en Estados Unidos y algunos otros países. Sin embargo, para que llegue a Latinoamérica faltaba bastante: en teoría teníamos que esperar aún para mediados de 2021. De manera estratégica, los CEO decidieron que se adelantara y llegara a ocupar terreno de México hasta Argentina en noviembre de este año. Un punto más en las estrategias de venta de Disney, ya que no hay momento más oportuno para presentar un servicio de streaming que en plena cuarentena (al menos en nuestro país).

Mulan se muda de la casita grande a la chica

Como venimos mencionando, no es ninguna novedad el hecho de que muchas de las plataformas decidan que es el momento exacto y perfecto para bombardear al usuario de nuevo contenido, a veces original, a veces (como sucede en Amazon) subiendo series enteras al catálogo. Y ¿qué es lo que Disney lleva bajo la manga? Sin lugar a dudas, el live-action de Mulan. Ya pasó con Hamilton, el musical llevado a la pantalla chica, que tenía planes para ser estrenado en salas de cine, pero como obviamente la situación no acompaña, en julio decidieron lanzarla en Disney +.

Algo similar está pasando con Mulan, sin dudarlo una de las películas más esperadas del año. Su estreno se reprogramó incotables veces en la pantalla grande: incluso la última vez que Disney reprogramó su calendario completo (en la San Diego Comic Con at Home), el estreno de Mulan aparecía como cancelado.

Peeeeeero, oh casualidad, cuando Disney + decide ponerse buenito y llegar finalmente a Latinoamérica en noviembre, también toman la terrible decisión de pasar a Mulan de la pantalla grande a la chica y en SEPTIEMBRE. ¿Cómo? ¿Los latinos no podremos verla «legalmente»? La respuesta es NO. Y todavía hay más: va a ser para alquilar. ¿El costo? 30 USD. En teoría, llegaría a los cines en aquellos lugares en los que el servicio aún no tiene alcance.

Así nomás, Disney te da y te quita. Un montón, ¿no? Como es más que esperable, tanto este como Hamilton, aunque quizás el musical en menor medida, tienen una repercusión importantísima en el público y desde luego, muchas salas de exhibición contaban con la posibilidad de estrenarlas en cines. Sobre todo la de Mulan, ya que indudablemente iba a llevar un público masivo a las salas, al igual que todas las live-action hasta ahora.

Pero entonces, ¿qué es lo que hace que tomen semejantes decisiones? Está claro que ambos movimientos, el de llevar el servicio a Latinoamérica y estrenar Mulan sin esperar la sala, son movimientos que les convienen económicamente hablando. Hace un año, les servía, aunque era sólo por el nombre, estar en territorio latino. Hoy en día, la gente prácticamente está desesperada por tener nuevos catálogos o posibilidades de ver nuevo contenido, porque la mayoría consumió todo lo que podía consumir en menos de medio año. A Disney le vienen de diez las membresías nuevas que se van a cultivar de noviembre para adelante.

En cuanto a la decisión de estrenar Mulan en el servicio, claramente es lo mismo. El hype que se generó por el live-action de la guerrera china fue, como muchas otras producciones de la casa del ratón, descomunal. Aunque esta tuvo un condimento extraño aún más atractivo. A medida que se fueron anunciando nuevos live-action, los espectadores estuvieron aún más ilusionados con verlos en la pantalla. Desde Cinderella hasta Aladdin, todas fueron exitosas. Y se esperaba Mulan con mucha expectativa, ya que de las princesas, era una de las pocas que faltaban. En otras palabras: Disney apuró el estreno, pasando por encima las salas de exhibición para estrenarla en su propio servicio de streaming por lo claro: va a atraer a muchísimo más público del esperado, o eso parecen suponer.

Sumado a eso, quieren alquilarla por 30 USD, como si la empresa no fuera hoy en día uno de los imperios del entretenimiento más grandes y espeluznantes (en sentido de absorción de otras productoras) que hay en el mundo. Como si no levantaran dinero suficiente todos los meses y no llegaran a pagarle a sus empleados a fin de mes. 30 dólares. ¿En serio? Pero además, Disney + cuenta con más de 60 millones de suscriptores, les dejo a ustedes la cuenta.

Aún se desconoce la cifra en valores de cada país (por ejemplo, en pesos). Bien podría ser la conversión exacta, que hoy en día son alrededor de unos $3000, o bien podría ser una cifra adecuada a la moneda de cada territorio. Como dijimos, eso aún no se conoce, ya que en teoría nosotros no podremos acceder a la película hasta dos meses después. La película se estrena el 4 de septiembre, y nosotros podremos ingresar de manera «legal» al sitio a partir de noviembre.

El debate es siempre el mismo, o similar: ¿hasta qué punto van a querer seguir manejando nuestro bolsillo con situaciones así? Está claro que cada uno decide donde quiere poner su dinero, y esa es la razón por la cual se toman decisiones que benefician a los empresarios y de ninguna manera benefician al consumidor.

La respuesta de las salas de cine

Obviamente, las salas de exhibición se sienten sumamente golpeadas por decisiones como estas. Está claro que Disney no les debe nada, pero hay una especie de pisoteo bastante evidente, y muchas de ellas salieron a manifestar su descontento con Deadline:

«Ellos ya no necesitan compañeros de exhibición. ¿Por qué compartirías tu rentabilidad con una empresa externa? Piénsalo: si el 10% de sus suscriptores alquilan Mulan, Disney genera $181 millones. Si el 50% de sus suscriptores la alquilan, eso serían $906 millones! Eso es dinero que Disney recauda únicamente para sí mismo.»

«Esta es la muerte de las salas de cine, ¿acaso perdimos a Disney como proveedor? Piénsalo, cada exhibidor tiene que reajustar y empezar de nuevo con sus alquileres. Si todos los estudios hacen lo mismo, tendremos que negociar los términos de ocupación»

Estos dos testimonios dejan entrever otra problemática, difícil de alcanzar para nosotros como consumidores: el hecho de que Disney le encuentre cierto gusto al estreno en Disney + y deje de estrenar en salas, o estrene lo mínimo (como podría ser Marvel). ¿Lo que está pasando es una puerta a dejar de ver a Disney en la pantalla grande? No lo sabemos aún, pero si funciona y genera dinero, no hay dudas de que Disney lo considere seriamente (si es que todavía no lo decidió).

Esto último podría ser tanto bueno como malo, ya que libera muchas espacios para cine nuevo de estudio o independiente, pero también puede ser contraproducente para las cadenas de cine.

¿Qué opinan de estos movimientos? ¿Están de acuerdo? ¿Lo pagarían? Coméntenos.

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