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Acuerdo entre Estados Unidos y China reduce el coste de las consolas.

La reducción la confirmaron representantes de la Entertainment Software Association (ESA). El acuerdo al que llegaron Estados Unidos y China en diciembre de 2019, impidió que los costos de fabricación de consolas aumenten momentáneamente. Esto es algo importante para la industria éste año, donde tendrán su lanzamiento los nuevos sistemas de PlayStation y Xbox.

El año pasado, Estados Unidos anunció que habría un aumento de aranceles de un 25% en productos procedentes de China. Los principales fabricantes de consolas, Microsoft, Nintendo y Sony, manufacturan sus productos en China. Un aumento de aranceles se traduce en que los precios de las consolas y sus accesorios se vean afectados. Debido a todo esto, las tres empresas mencionadas, manifestaron su oposición al aumento, firmando un documento. En ése documento, detallaban que el cambio se vería reflejado en el precio que pagarían los consumidores. Todo ésto terminaría afectando al desarrollo y la industria en general. De hecho, a mediados de 2019, aparecieron informes de que Microsoft y Sony redujeron la producción de consolas en China.

Un acuerdo para reducir los efectos negativos en la industria.

Los aranceles a las consolas tendrían un costo de aproximadamente 840 millones de dólares, según manifestaron las compañías mencionadas. Como el aumento se vería reflejado prácticamente por completo en el precio de las consolas, “pondría una nueva consola de videojuegos fuera del alcance de muchas familias americanas”. A pesar de ello, “la Oficina del Representante de Comercio de los Estados Unidos ha suspendido los aranceles hasta nuevo aviso”, explica la ESA en un comunicado de prensa al medio Polygon.

«Incentivamos a la Administración a suspender la implementación de las tarifas en las consolas de videojuegos y mandos. Estos aranceles podrían haber tenido implicaciones significativas para nuestra industria, que promueve un superávit de comercio para la economía americana. Los aranceles minan la innovación, disminuyen las oportunidades de empleo para los trabajadores americanos, e incrementan los precios para los consumidores». Fue lo que dijeron.