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Rocket Wars: Un Moderno Arcade Party Llega a Switch.

Rocket Wars, fue lanzado con un nombre de lo más apropiado. Es justamente lo que uno ve al jugarlo: cohetes espaciales destruyéndose entre sí. Cuenta con una estética sencilla, pero que aún así, se encuentra muy bien pulida, lo que es un punto a favor. Algo que lo ubica en un buen puesto, es que se trata de uno de los pocos juegos del tipo arcade que se pueden encontrar con la posibilidad de seleccionar la dificultad. Recuerda a la época dorada de los Arcades, donde la variación de dificultad se veía reflejada en el gameplay.

Una experiencia diferente

Quien juegue a Rocket Wars va a tener una experiencia un tanto “extraña” para los tiempos que corren. Apenas inicie la aplicación, sólo es saltar por un par de menús que ajustan la partida y entrar al ruedo. No cuenta con historia que “justifique” entrar a destruir al enemigo, aunque esto no resta diversión de ninguna manera.

Se trata de una arena donde hasta cuatro naves se disparan hasta destruirse. La cantidad de naves que compiten (incluyendo al jugador, claro) es hasta cuatro. En el campo de juego aparecen cada tanto diferentes power-ups que durante un corto periodo de tiempo modificarán nuestra munición, dándonos habilidades especiales.

Cuenta con la maravilla del modo Multijugador Local y esto lo convierte en fuente de entretenimiento del mejor tipo. Pueden formarse Equipos, o jugar cada quien contra el resto. Al encontrarse en el modo de Un Jugador, existe la posibilidad de agregar “bots”.

Los enemigos generados por la computadora, tienen una IA respetable, y según la dificultad elegida, varían de manera notoria. La libertad que Rocket Wars nos da de elegir en qué dificultad jugar, enriquece el juego, ya que posibilita acostumbrarte a los controles (bastante simples, por cierto), e ir perfeccionando la técnica. Y no solamente permite que el usuario se familiarice, sino que crea el gusto por autoplantearse el reto de superar una dificultad mayor.

Variadas formas de divertirse

Además de los diferentes niveles de dificultad, también podemos elegir entre cuatro Modos De Juego:

Deathmatch – Se trata de una competencia en la que gana quien más enemigos destruya, siendo coronado ganador el primero en eliminar a 10.

Survivor – Cada participante empieza con 5 vidas. Quien pierda todas las vidas, pierde la partida, resultando vencedor “el último hombre en pie”.

Nuke King – El tiempo es limitado, y uno de los jugadores guarda una bomba nuclear. Los enemigos tienen que eliminarlo para ganar la posesión del poder nuclear. Quien elimina al “Nuke King” toma su lugar. Se ganan puntos por cada enemigo eliminado, por el tiempo que se sobrevive siendo el “Nuke King” y por llegar al final del tiempo con ése título. Al terminar el tiempo ocupando ése puesto, se desata una explosión que elimina a todos los demás, sumando una bonificación de puntos.

Space Ball – Una esfera en el medio es impulsada por nuestros disparos, y debemos llevarla hasta el lado contrario, que tiene una línea del color enemigo. Cada vez que llegue la esfera a ésa línea, la irá destruyendo. Se gana al destruir por completo la meta rival.

Free Play – como el nombre lo indica, es un modo de juego libre, sin presiones. Éste modo, sirve más que nada para practicar.

Cada modo de juego puede ser jugado por equipos, lo que virtualmente “duplicaría” los modos.

Al final de cada partida ganamos puntos en función de nuestro desempeño, lo que nos hace subir de nivel desde el 1 al 100. Escalando niveles, desbloquearemos nuevas naves, colores, y diseños de colores.

Toda luz tiene su sombra (aunque para Rocket Wars es pequeñita)

En contraste con todo lo anterior, no cuenta con un multijugador online. Ésta ausencia exige que todos los jugadores se encuentren físicamente juntos. Lo anterior puede parecer algo muy malo, pero hay que verlo en perspectiva. Lo anterior potencia su característica de Party Game, haciendo que las competencias se sientan mucho más animadas… y por supuesto divertidas.

También la música puede sentirse un poco repetitiva, ya que no varía mucho. La monotonía puede resultar algo distractiva con el tiempo. Algo realmente menor, pero que debo mencionar es que se encuentra en Inglés. Aunque muchos jugadores prefieren los juegos traducidos, en éste caso el idioma no representa una barrera, lo aseguro.

Y por último, la arena de juego es una sola, con lo que no es posible ver una variación de escenarios.

En resumidas cuentas, Rocket Wars es un juego sencillo, fácil de aprender a manejar, con una dificultad respetable a la hora de jugar en solitario. Pero su verdadero potencial, sale a relucir al ser un entretenimiento muy divertido a la hora de las reuniones de amigos. Definitivamente, al tratarse de un juego independiente de éstas características, y con un obvio precio reducido, es una opción a probar más que recomendable. Es seguro que va a ser fuente de muchas risas (y tal vez hasta de alguna que otra divertida pelea de amigos por demostrar quién es mejor que los demás).

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