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Mi único héroe en este lío. Bong Joon-ho

La grata sorpresa del día de ayer fue el batacazo que dio el director surcoreano Bong Joon-ho con su película Parasite. Ganadora del Oscar en las categorías Mejor Guión original, Mejor Director, Mejor Película Extranjera y Mejor Película. Ahora uno se pregunta ¿por qué sucedió?, ¿algún alineamiento planetario? Me animo a mencionar algunos puntos al respecto.

Bong Joon-ho ingresó a la Academia de Cine de Corea en 1994 luego de haberse salido de la carrera de sociología. Como todo realizador de cine recién recibido, tuvo que trabajar primeramente filmando casamientos para poder comer, según sus palabras. Su primer largo es Barking Dogs Never Bite, en donde él la considera su cinta más personal, también una comedia negra que «refleja muchos elementos míos y de mi vida privada». Acá ya comenzamos a avisorar una línea conductora que refleja no solo esos aspectos de su Corea del Sur sino también cómo representa a la sociedad desde el punto vista grotesco y de humor negro. Algo de sociología le quedó rebotando en la cabeza.

Filmografía

En Parasite, la historia relata la historia de una familia que va infiltrándose en la vida de otra familia mucho más acomodada en donde a medida que avanza la trama vemos un choque o lucha de clases. Esto de por sí es algo universal y que es transversal culturalmente hablando sin importar tampoco el idioma que se hable. Punto a favor para que esta cinta pegue en otros lugares más allá de los límites de la frontera surcoreana. Creo que aún más en nuestras sociedades acá en el Cono Sur donde la polarización e injusticias se acentúan cada vez más.

Otras obras de su filmografía son también parte de este hilo conductor. Okja (2017), una película que trata sobre activismo animal y el poder de la corporaciones, The Host (2006), una película pseudo kaiju que más allá del monstruo que aterroriza Seúl, el monstruo es realmente un gobierno inoperante y burocrático mostrado de forma más satírica al igual que los jóvenes que protestan en la calle; el formaldehído vertido en el río Han y responsable del mutante es causado por un negligente grupo militar estadounidense. Ambas producciones están disponible en Netflix.

Otra producción de Boon es Snowpiercer (2014), basada en la novela gráfica francesa Le transperceniege de Jacques Lob y Jean-Marc Rochette. Esta historia posapocalíptica relata la supervivencia de la humanidad a bordo de un tren en contínuo movimiento alrededor de un mundo sumido en una nueva era glacial. Así como en Parasite, existe la lucha de clases: los pobres y marginados en condiciones paupérrimas viviendo en los úlitmos vagones, y la clase alta viviendo en decandencia allá adelante cercanos a la locomotora. Aquí tampoco las cosas terminan bien.

No es solo el guión

Sin desmerecer la obra de este realizador, es sabido que la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood no solo toma en cuenta la trama y demás factores relacionados. Variables como la promoción del producto en varios escaparates como programas de talk show, entrevistas dadas a sitios especializados y por supuesto cantidades ingentes de dinero, ayudan a la «suerte».  Es cierto también que se notó un ninguneo por parte de la Academia a la producciones pertenecientes a servicios de streaming, particularmente a Netflix – de los tanques Los dos papas, El Irlandés y Marriage Story solo se obtuvo dos estatuillas. Una declaración que dice mucho en cuanto a mantener el status quo para que la gente siga consumiendo cine en la pantalla grande.

¿Será tal vez un cambio de paradigma por parte de la Academia al momento de considerar producciones extranjeras?

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