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Análisis de Proyecto Power: Una premisa poderosa, ¿valdrá la pena?

Luego de mucha espera y anticipación, ayer se estrenó el thriller de acción Proyecto Power, la apuesta de Netflix por rellenar el vacío que ha dejado esta pandemia en el cine de superhéroes.

La película está protagonizada por el ganador del Oscar Jamie Foxx, Joseph Gordon-Levitt y Dominique Fishback. La dirección está a cargo de Henry Joost y Ariel Schulman, directores conocidos por co-dirigir las tercera y cuarta entregas de la saga de Actividad Paranormal.

Proyecto Power

¿Qué es Proyecto Power?

Proyecto Power parte de la base que una droga experimental llamada Power que otorga poderes durante 5 minutos a quien la consuma, y está siendo distribuida por las calles de Nueva Orleans. La droga otorga distintos poderes según quien la tome, a uno le puede tocar invisibilidad, a otro super fuerza y, a algunos, la muerte. Nuestros protagonistas son Robin (interpretada por Fishback), una adolescente que distribuye Power para poder pagar los gastos médicos de su madre. Junto a ella se encuentran Frank (interpretado por Gordon-Levitt) y Art o «El Mayor» (interpretado por Foxx). Frank es un policía que utilizará todos los recursos que tiene a su disposición para encontrar el origen de la droga, incluso tomarla. Art, por su parte, es un ex militar que busca el origen de Power para poder salvar a su hija, quien fue secuestrada por los creadores de la droga.

Un gran poder conlleva una gran responsabilidad

Con una premisa tan interesante como esta, uno esperaría una película que aproveche las posibilidades que pueden darse con la misma, por esto es una lástima que este concepto haya sido desperdiciado en un guion tan genérico. Uno siempre puede ver hacia donde se dirige la trama, la historia se afianza demasiado a la estructura propuesta por películas anteriores del género. La película no intenta nada para sorprenderte mientras te cuenta su historia, como si estuviera demasiado confiada en que su premisa es lo suficientemente interesante por si misma para mantenerte enganchado.

Uno de los mayores problemas del guion son los villanos. Estos son todos estereotipos que uno creería que ya habían sido extintos hace 20 años, y eso que se introducen varios a lo largo del largometraje, tenemos a latino malo 1, latina mala 2, mujer empresaria mala, etc. Son tan poco memorables que no es posible recordar ninguno de sus nombres. Cada uno de ellos es una excusa sin desarrollo presentada simplemente como un obstáculo que los héroes deben atravesar para alcanzar al siguiente villano, carecen de personalidad y sus motivaciones (si es que tienen) no son lo suficientemente fuertes como para lograr un conflicto real con los protagonistas, haciendo que las peleas tengan un menor peso de el que podrían haber llegado a tener.

Proyecto Power

Protagonistas poderosos

Los protagonistas cuentan con algo más de profundidad, particularmente Robin, pero lo que definitivamente los salva son la calidad de sus actores, especialmente las actuaciones de Joseph Gordon-Levitt y Dominique Fishback. Levitt da un personaje carismático y es quien mejor interpreta los chistes que provee el guion (que en la mayoría de los otros personajes no otorgan muchas risas). Por su parte, Fishback también otorga una muy buena actuación, dando vida a las inseguridades de su personaje, haciéndolo muy identificable y mantiene una muy buena química con sus co-protagonistas, siendo el principal nexo que los une. Foxx también está correcto (como siempre) pero la personalidad de su personaje no le da mucho espacio para destacar comparado con los otros dos actores.

El apartado técinco

A nivel técnico Proyecto Power está muy bien, Michael Simmonds otorga una fotografía colorida con un muy buen uso del rojo y el amarillo para los interiores y la noche. También hay que destacar la labor del equipo de dirección de arte, que da ambientes densos y varios detalles que ayudan a sumergirte en la ciudad de Nueva Orleans.

La dirección y el montaje están un poco aceleradas en algunas secciones de la película, con varios planos que parecen innecesarios y terminan distrayendo de lo que sucede en la escena, así como hay algunos momentos en los que no se llega a comprender bien el espacio en el que están los personajes.

En cuanto a las escenas de acción, son irregulares. Hay algunas escenas en las que no se entiende muy bien lo que sucede por la cantidad de cortes que tienen y otras que se siente que terminan de manera muy prematura. Definitivamente las mejores se encuentran en el final de la película, contando con muy buenas coreografías y utilizando los poderes de los personajes de las maneras mas creativas.

Los efectos especiales en general están muy bien, en particular en las transformaciones que ocurren cuando toman la droga, donde suceden unas secuencias en las que parecen una combinación entre Requiem for a Dream y Spiderman, donde es mostrado como la droga los afecta a niveles celulares y de percepción.

Proyecto Power

Conclusión de Proyecto Power

Proyecto Power es una película que parte de una gran premisa que no sabe aprovechar del todo. Ver que poder le toca a quien es muy entretenido, así como la química de sus actores y tiene algunas peleas bastante creativas. Es una experiencia irregular, no intenta nada nuevo ni hace algo demasiado bien como para destacar comparado con algunos intentos pasados del género de acción o de superhéroes. Aún así es una película entretenida, que en este contexto de pandemia, donde no hay muchas películas de acción nuevas, es más que bienvenida.